Un fin de semana completo
Este fin de semana ha sido completo y 100% portugués. El sábado senderismo en tierras lusas, el Domingo navegada matutina en Faro.
Sabado. Senderismo
El punto de reunión se había establecido en el bar consolación, a las 9;00 de la mañana. Al final 18 personas habían acudido a la llamada de Juan.
El recorrido no fue excesivamente largo, unos 11 Kilómetro, pero de una orografía bastante exigente. Después de la caminata por tierras lusas, buscamos un sitio donde pudieran dar de comer a 18 bocas, un restaurante en Odeleite fue al afortunado.
Bacalao y frango fueros los platos estrellas, mucho vino, entrantes, fantástica compañía; una salida de categoría y que esperamos poder repetir en el futuro.
Desde estas líneas invito a los 'cometeros' a unirse a algunas de las salidas senderistas que prepare mi amigo Juan, son una gran experiencia y que pueden hacer que pasemos un fin de semana fantástico, si además se acompaña con una navegada, como fue el caso de este, pues mejor. Avisaré en futuras convocatorias para que se apunten los que quieran.
Domingo. Navegada en Faro.
Antonio me recoge a las 7:50 de la mañana. Pasamos por Punta para recoger el material de Antonio y nos dirigimos a nuestro punto de encuentro, en Ayamonte, para recoger a Sergio. Sobre las 9:15 estábamos saliendo, dirección Faro, previa parada en un área de servicio de la autopista para desayunar.
Una vez llegamos a Faro, nos acercamos a la ría para ver las condiciones y decidimos remontar la ría, a base de ceñidas, para llegar a la zona de navegación.
Montamos todo el material y dio comienzo la odisea. El primero en salir fue Sergio, que en el segundo bordo, llego al mismo sitio de donde había partido al grito de; "¡¡¡ Esto va a estar duro !!!". Total que Antonio y yo comenzamos la remontada.
El primero en destacarse fue Antonio; fue el primero en llegar y la verdad que se pego una ceñida de loco, cuando me quise dar cuenta estaba a "tomar por ...". El segundo en llegar fui yo, la pena es que hice trampas y me pegue un par de pateos, cuando la playa lo permitía, que me alivio bastante el tiempo empleado. El último en tiempo, pero el segundo en mérito, fue Sergio, llego navegando, no como otros.
El resto de la jornada transcurrió, para mi, sin pena ni gloria. La verdad es que no termino de tener buen rollo con Faro, no termino de navegar a gusto. Pero lo importante es que navegamos, eso es lo que cuenta, que pudimos disfrutar una vez más y la verdad, para la época en que estamos, nos esta mal.
Como estos dos se fueros a la otra margen de la desembocadura, yo no fui capaz de llegar. Sobre la 13:00 empecé a buscarlo para tener claro donde estaban, porque comencé a pensar que ya era la hora de ir tomando el camino de vuelta. Al principio no los vi, hasta que la cometa amarilla de Antonio apareció en el cielo azul y les seguí la pista. Me fui para ellos y con un gesto quedo claro que todos teníamos en la cabeza los mismo, la vuelta.
Y la verdad es que fue providencial, porque ya llegamos bastante justito de viento y es posible que después se metiera alguna racha más, pero poco más se puedo hacer ese día.
Comida por la zona, cafelito por el camino y el fin de semana daba sus últimas bocanadas de aliento. Un buen fin de semana, con diferentes actividades, mucha naturaleza, compañía inmejorable, ¡ de categoría !.
Sabado. Senderismo
El punto de reunión se había establecido en el bar consolación, a las 9;00 de la mañana. Al final 18 personas habían acudido a la llamada de Juan.
El recorrido no fue excesivamente largo, unos 11 Kilómetro, pero de una orografía bastante exigente. Después de la caminata por tierras lusas, buscamos un sitio donde pudieran dar de comer a 18 bocas, un restaurante en Odeleite fue al afortunado.
Bacalao y frango fueros los platos estrellas, mucho vino, entrantes, fantástica compañía; una salida de categoría y que esperamos poder repetir en el futuro.
Desde estas líneas invito a los 'cometeros' a unirse a algunas de las salidas senderistas que prepare mi amigo Juan, son una gran experiencia y que pueden hacer que pasemos un fin de semana fantástico, si además se acompaña con una navegada, como fue el caso de este, pues mejor. Avisaré en futuras convocatorias para que se apunten los que quieran.
Domingo. Navegada en Faro.
Antonio me recoge a las 7:50 de la mañana. Pasamos por Punta para recoger el material de Antonio y nos dirigimos a nuestro punto de encuentro, en Ayamonte, para recoger a Sergio. Sobre las 9:15 estábamos saliendo, dirección Faro, previa parada en un área de servicio de la autopista para desayunar.
Una vez llegamos a Faro, nos acercamos a la ría para ver las condiciones y decidimos remontar la ría, a base de ceñidas, para llegar a la zona de navegación.
Montamos todo el material y dio comienzo la odisea. El primero en salir fue Sergio, que en el segundo bordo, llego al mismo sitio de donde había partido al grito de; "¡¡¡ Esto va a estar duro !!!". Total que Antonio y yo comenzamos la remontada.
El primero en destacarse fue Antonio; fue el primero en llegar y la verdad que se pego una ceñida de loco, cuando me quise dar cuenta estaba a "tomar por ...". El segundo en llegar fui yo, la pena es que hice trampas y me pegue un par de pateos, cuando la playa lo permitía, que me alivio bastante el tiempo empleado. El último en tiempo, pero el segundo en mérito, fue Sergio, llego navegando, no como otros.
El resto de la jornada transcurrió, para mi, sin pena ni gloria. La verdad es que no termino de tener buen rollo con Faro, no termino de navegar a gusto. Pero lo importante es que navegamos, eso es lo que cuenta, que pudimos disfrutar una vez más y la verdad, para la época en que estamos, nos esta mal.
Como estos dos se fueros a la otra margen de la desembocadura, yo no fui capaz de llegar. Sobre la 13:00 empecé a buscarlo para tener claro donde estaban, porque comencé a pensar que ya era la hora de ir tomando el camino de vuelta. Al principio no los vi, hasta que la cometa amarilla de Antonio apareció en el cielo azul y les seguí la pista. Me fui para ellos y con un gesto quedo claro que todos teníamos en la cabeza los mismo, la vuelta.
Y la verdad es que fue providencial, porque ya llegamos bastante justito de viento y es posible que después se metiera alguna racha más, pero poco más se puedo hacer ese día.
Comida por la zona, cafelito por el camino y el fin de semana daba sus últimas bocanadas de aliento. Un buen fin de semana, con diferentes actividades, mucha naturaleza, compañía inmejorable, ¡ de categoría !.
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