Portugal (II); Un paraiso para los sentidos.

Había pensado en un relato pormenorizado, día a día. Pero como algunos me critican lo extenso de algunas entradas, y no saben si leer el blog o el 'Señor de los Anillos', voy a intentar resumir un poco y hacer un crónica global de todo el viaje.

Este viaje tiene a cuatro protagonistas: David, Sergio, Felipe y 'el menda'. La idea era poder disfrutar unos días de Portugal, con el objetivo de navegar, sin olvidar otros placeres: turismo, gastronomía, copas, relax, risas, aventura y con la mente abierta a nuevas experiencias (hay lo lleváis). En líneas generales se ha conseguido el objetivo, y hemos aumentado nuestro conocimiento de la zona, lo que nos permitirá, en futuras visitas, elevar un poco más el nivel y poder afinar más en las decisiones.

Ajustándonos a la navegación, creo que hemos tenido un poco de todo: un buen día, como el Jueves en Alvor, que hasta la fecha nunca nos ha fallado. Un día flojillo, como el Viernes en Bordeira, un día intranquilo, por mi parte, como el Domingo en Faro, aunque otros, como Felipe lo 'Mega-fliparon' y un día, en mi opinión, expectacular como el Sábado en Bordeira, donde los anemómetros marcarón 36 nudos. ¿Que hemos aprendido?, que en la costa Vicantina (Costa Oeste del Algarve) solo se puede navegar, con ciertas garantías en la playa de Bordeira. Es una cala de cerca de 1Km, con dunas que forman una playa virgen rodeada de acantilados, que dan un visión muy diferente a lo que estamos acostumbrados y que forma un entorno que no deja indiferente a nadie. El viento predominante es 'La Nortada', de orientación NorOeste, entra, con diferente intensidad, en toda la costa Oeste Portuguesa, es el mismo viento que cruza la Sierra de Monchique y pasa por Alvor e incluso Faro, con el que navegamos el Domingo. Está la teoría de que este viento rola a la altura de Faro y entra de poniente en la costa Onubense, ya sabéis chavales, otra variante más para saber si vamos a tener poniente en Huelva, como no teníamos bastante.

La gastronomía, pues también un poco de todo. Cuidadín con Lagos, para mi gusto, mejor buscar los locales que están regentados por Portugueses, donde se puede disfrutar de cocina típica, siendo el pescado el elementos protagonistas. En pueblos más pequeños, siempre hay que dejarse guiar por la intuición, pero casi te puedes meter en cualquier sitio. Las noches de Lagos, muy cosmopolita, casi más 'guiris' que locales, pero hay una extensa oferta de garitos donde disfrutar de una piña colada o una caipiriña.

Turismo, es una zona que invita a perderse. Cualquier pueblecito presenta una cala con aguas turquesas y un bar donde disfrutar de un 'galao' o una comida a píe de playa. Carrapateira, Salema, Luz, ..., donde quieras, miras un mapa y cuando veas un pueblo en la costa, ese vale. Mucho 'giris', para los que eso no les termina de convencer, un poco de paciencia.

También tuvimos una buena dosis de aventura. Este apartado fue protagonizado por el todoterreno de Sergio, que nos llevo a lugares imposible y nos hizo pasar momentos de 'intraquilidad', resueltos 'mu pofesionalmente' por el dueño y el 'novato cometero'; que si se cronometra el tiempo de desinflado de la rueda, que si calienta el motor, que si pones o quitas la reductora, ...., todo eso nos permitió vivir momentos diferentes y en ocasiones no sabíamos si estábamos en Portugal o el Paris-Dakar. Por cierto, la orientación corrió de mi cuenta y mis 'cacharros', que con algunos ajustes a pie de campo nos llevo 'al sitio'.

Joder, 'po' menos mal que iba a resumir, Damian, espero que no te canses y sigas leyendo que ya queda poco, o no.

Tambien es nueva y gratificante el tener viento todo el día, eso contribuye al relax. El Sábado había un viento deeeloco y tranquilamente visitamos playas, nos sentamos en una terracita de Bordeira a comernos unas chuletitas y tranquilamente nos fuimos a la playa de Bordeira, todo un lujazo comparado con el extres que solemos gastar por aquí, cuando entra el viento.

Mención especial se merece Felipe, esta que se sale del pellejo. En Bordeira, a pesar de las olas, se pego unos largos de categoría, ¡ y con rachas de más de 35 nudos !. En Faro, superior, lo estuve observando y se pegaba un bordo tras otro sin caerse de la tabla. Chapo para Felipe, que dentro de poco lo tenemos haciendo backloop y demas guarreridas.

No se que más contar, supongo que se me quedan muchas cosas atras, como el colega que se quería poner el traje de neopreno al revés, en la playa de Amado o las primeras pruebas con la cámara sumergible y que casi se me cae Sergio encima mientras hacia fotos desde el agua, y que decir de la recepcionista del hotel, el día que llegamos y le preguntamos por un lugar para cenar, en definitiva, muchas cosas y todas buenas.

Pues nada, que pasamos cuatro días de categoría, que se hecho en falta a más gente del grupo, a ver si para la próxima en lugar de cuatro, somos catorce.

No quería terminar la entrada sin hacer mención a Portugal y en este caso al Algarve. Creo que es hora que vayamos cambiando la idea de que estan por detrás nuestra; no son ni mejores, ni peores que nosotros, son diferentes y ese es uno de sus encantos. El Algarve es un lugar para ver pasar el tiempo, sentarte en una terraza y contemplar el Atlantico en todo su explendor, acompañar el momento de un buen 'queiso' y 'pao', pescado fresco, una cerveza 'preta' y buena compañia, esos son los ingrediente para que una corriente de energía positiva recorra tu cuerpo desde la cabeza hasta los pies.

Os dejo unas cuantas fotos más, espero que os gusten.