Navegando entre pirámides (I).

El destino nos llevo a seis amigos, aficionados a las cometas, a recorrer la tierra que vio el esplendor y la decadencia de los faraones. Seis amigos en busca de viento, de nuevos mares y de nuevas costumbres y culturas.

El viaje empezó un Domingo de Noviembre. Coche, tren y avión nos llevo a la compañía del viento a El Cairo, la capital de Egipto, cuna de una de las civilizaciones más importante y misteriosa de las historia.


En el AVE, destino Madrid.
En el avión, destino El Cairo.

A la llegada al Hotel (por cierto, el mini-bus que nos llevo desde el aeropuerto al hotel, en una ciudad de 20 millones de habitante y un trayecto de 45m., no paró hasta llegar a la puerta del hotel. Montar en en cualquier vehiculo, en El Cairo, toda una experiencia muy recomendable, abstenerse temerosos de los coches), como decia, al llegar al hotel nos desplazamos en taxi al Café Madrid, contactamos con Lucia, española que vive en la ciudad y nos puso en contacto con *jabibi 1*, antiguo guía y que se dedica a organizar excursiones por toda Egipto. Llegamos a un acuerdo para los dos días que pasaríamos en la capital.

El Lunes, guiado por Mohame, visita a las pirámides, esfinge, la necrópolis de Sakara, comida y por la tarde un paseo en faluca, un poco de ciudad y una cena típica Egipcia. Todo ello aderezada con muchas horas de minibus, deeeeeeloco.

El mini-bus o monovolumen, que nos llevo por El Cairo.
Un poco de la ciudad, de camino a la necropolis de Sakara.
Necropolis de Sakara.
Vehiculo de la zona.
La pirámide de Keops.
La pirámide de Kefren.
Tres aparatos, con las tres pirámides al fondo.
La compañía del viento, con Keops y Kefren.
Los mismos de entes, con la esfinge al fondo.
La esfinge, con la pirámide de Kefren.
La comida.
Paseo en faluca.
Café Madrid.

El Martes, cambio de guía, en esta ocasión una chica. Visita a la ciudadela, a la mezquita de Mohame Ali, al bazar Khan El Kalili (algunas compras costaron durísimas negociaciones, incluido algún 'far away'), para terminar la mañana con la comida. Por la tarde el museo y vuelta al hotel, para recoger el equipaje y salir pitando para el aeropuerto, tarea nada fácil teniendo en cuenta el tráfico que presentaba la ciudad, a esas horas.


El Cairo y la polución.
La ciudadela y la mezquita.
La ciudadela y la mezquita.
El Cairo desde la ciudadela.
La mezquita por dentro.
La mezquita por dentro.
Llegando al bazar.
Un té antes de las compras.
Un té antes de las compras.
Un té antes de las compras.
Un té antes de las compras.
De compras.
De compras.
De compras.
Una niña.
Transporte público.

Cuando ya estaba todo preparado, el conductor del mini-bus, que supuestamente nos iba a llevar al aeropuerto, como estaba contratado, se niega a llevarnos con todo el equipaje que teníamos. Momentos de mínimo desconcierto entre la compañía, el conductor, el guía, la guía, Ala y Tutancamon.

Nos prometen que en media hora tendríamos otro mini-bus, pero no lo vemos claro, por el tráfico y decidimos pillarnos tantos taxis como fueran necesarios. Mohamed llama a uno (un Peugeot, con baca y dos filas de asientos), el conductor dice que entramos todos (8 personas, incluyendo al guia y el conductor, y los 13 bultos, incluidos los dos sarcófagos de 150 cm.). No lo vemos tan claro y decidimos que sería mejor parar a un segundo taxi, pero cambiamos de opinión y decidimos meternos todos en el taxi, deeeeeeeeeeeeeeeloco. El conductor era un figura y un aparato, todo en un solo cuerpo. Cuando pillábamos un bache, los bajos del coche pegaban en el asfalto, cerca del aeropuerto no tuvimos un accidente, de milagro, a más de uno se nos quedo la cara blanca y el aparato del conductos, al vernos los caretos, se partió el culo de risa; "good driver", gritaba el fitipaldi del Nilo; al grito de "Peugeot" golpeaba el salpicadero, eso es deporte de riesgo y no una guarrería de handelpass, de esos.


Como sardinas en dirección al aeropuerto.
Como sardinas en dirección al aeropuerto.
Como sardinas en dirección al aeropuerto.

Conseguimos llegar al aeropuerto a buena hora, cogimos el avión, sin contratiempo y esa noche estábamos durmiendo en Hurghada. Pronto disfrutariamos de viento, corales, 'ete e el citio' y algunas historias más, pero eso lo dejaremos para la siguiente entrega, 'Navegando entre Pirámides II'.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Sergio, la próxima vez ponte otros pantalones. Besitos.
Anónimo ha dicho que…
DEEEELOCO,NO TIENE OTRA EXPRESION EL VIAJE Q NOS PEGAMOS A EGIPTO,LO MEJOR LA COMPAÑIA Y LAS RISAS.ABELLAN TENGO Q MANDARTE UN COMENTARIO DE TEXTO DEL VIAJE COMO HACIA EN EL COLEGIO,JEJE.Q RECUERDOS SEÑORES.DAVID
Anónimo ha dicho que…
Vaya experiencia!! si señó!! me alegro que lo hayais disfrutado...no podía ser de otra manera con semejante grupito!!. Como dice David,,,viaje que hace honor al nombre del blog!!...deeloco!!..un abrazo a todos. Manuel Oliveira
Nieves ha dicho que…
Buena narración Antonio, como siempre, se trasladan las ganas y el buen rollo. Estoy deseando leer la segunda parte de "viento de corales", sólo con el nombre ya se queda una con ganas de conocer el sitio. Seguro que hay fotos alucinantes. Lo dicho, me quedo esperando con ganas la segunda entrega y vuestras sensaciones de este viaje. Un beso fuerte.
Anónimo ha dicho que…
HOLA FELIPE Y HOLA A TODOS TUS
AMOGOS,USTEDES SON LA LOCURA,DE VERAD SON ADMIRABLES LES MANDO UN ABRAZO ENORME Y UN BESO POR SU PUESTO.
LA CHICA DEL AVION
Anónimo ha dicho que…
ANDA,ANDA FELIPE EXPLICALE A LOS Q NO LO SEPAN KIEN ES LA CHICA DEL AVION,JEJEJEJEJE
Anónimo ha dicho que…
El comentario de 'La chica del avión', todo un detalle, se merece algo, digo yo.
Anónimo ha dicho que…
Abellán...estoy tan expectante por la narración de la segunda parte de vuestro viaje como por saber como sigue la historia de la chica del avión...salsa kite!! jaja!!
de nuevo besitos..(pero esta vez solo para la chica del avión)..jaja..Manuel Oliveira.

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