Naveganda en El Crude-El Caño la Culata.
Después de Egipto, y mientras termino la 2ª parte, una navegada entre pecho y espalda, para disfrutar de las maravillas que tenemos en casa.
El Miércoles, 3 de Diciembre, entró un tormenta que nos dejo un poco de SurOeste, lo que aprovechamos la cuadrilla para pegarnos una navegada de categoría, agotadora, pero superior.
Yo no soy muy de navegadas largas, prefiero quedarme cerca de donde se monta, buscar un buen sitio y disfrutar con las cuatro 'chiminá' que se hacer. Pero en esta ocasión seguí al 'niño del skimin', 'ar manue' (13m.). Fuimos los primeros que nos metimos en el agua y seguí al maestro hasta los bajos de El Portil, desde El Cruce, donde habíamos montado.
Llegue medio entero y tuvimos la fortuna de disfrutar de la zona de los bajos en un momento espectacular; marea baja (dos palmos de agua plana), lagunitas entre islas, el sol, que por momentos nos saludaba, hacia que el agua cambiara de colores, como un caleidoscopio gigante, zona de olas donde las ondas se forman a cámara lenta, sin romper y transmitían una paz y serenidad inigualables. La verdad es que a sabéis que me vuelvo un poco 'ñoño' con estos momentos, pero son momentos para disfrutarlo; respirar hondo, escuchar el mar, el viento, las olas, el corte de la tabla sobre el agua y sentirnos afortunados por tener una costa como la que tenemos, poder practicar un deporte como el que practicamos y tener unos 'colegas' como los que tenemos.
Después de este momento zen y como el resto de la patrulla no llegaba, 'el niño del skimin', me invito a remontar el río y hay fue cuando me mató. Pasamos de la paz y la tranquilidad al zafarrancho de combate, en segundos. El río estaba impracticable, había chopy, 'sembrao de patatas', olla de garbanzo y todos los calificativos que se os acurra, pero 'to' junto. En mi vida he 'dao' más pantocazos con mi tabla y el colega con la tabla de planchar que cada vez se me alejaba más. Me costaba horrores ceñir (y yo que ya voy cortito), en fin que me destrozó. Cuando me dijo: 'nos volvemos a la lagunita', me pereció que me había hablado Jesucristo en lugar de Manolo Oliveira, vi la luz al final del túnel, vamos que nos vamos. Tengo que reconocer que la vuelta por la orillita de la barra, estuvo simpática.
Total que después de todo eso, y cerca de 2 horas de navegación 'a hierro', llegan los figuras; Sergio (10m.), David (12m.) y Antonio (11m.). Un poco de descanso y retorno, que no estaba para mucho más. Tenia las piernas tan cansadas que la vuelta me 'jarte' de agua.
Un pedazo de día. Esperemos que no pase mucho tiempo hasta que lo repitamos.
Comentarios
ABELLAN Q NO SE TE OLVIDE NAVEGANDO ENTRE PIRAMIDES II.
Un gustazo leerlo. Me ha encantado.
que tío más ezageraoooo...
La navegada fué de categoría...estoy contigo...esas charcas de dos cuartas de agua en medio de la nada son una maravilla...y esas olas que forman..aunque chicas...son mu aprovechables!! que diver!! quiero massss!!. besitos (perdonenme pero estoy mu tierno)!!jajaja. Manolo
Cazi ce me zartan la lagrima!!!!!
Navegadita de categoria!!
Aunque algunos lo fliparan mas si cabe!!
David no te pongas celosillo hombre...!,
No siempre se puede estar en la cresta.
A mi me dieron un repasito y no pasa nada!!!
Besitos pa tos!!
Navegar como vosotros tiene que ser la jostia.
Todos nos hemos dado nuestras buenas caminatas!!
Y lo peor es que tambien nos gusto!!!
Un saludos para todos!!