Mi primera navegada en solitario.

Hoy, por primera vez, he realizado mi primera navegación en solitario. Ningún kiter en la playa para levantar o bajar la cometa, ninguna cometa en el agua. La única cometa que se podía apreciar, hasta donde la vista alcanzaba, era la mía.

Las previsiones no eran muy buenas, pero desde la ventana de mis casa daba la sensación que hacia viento. Previsiones de poniente, tanto en Huelva, como el el estrecho, un día primaveral a finales de Octubre. Decidí acercarme a la playa a probar suerte, hice algunas llamadas pero nadie me acompañó. Cuando llegue a la playa las condiciones eran muy escasas, 10, 11, picos de 12 nudos. Decidí no llamar a nadie más, las condiciones no invitaban a mucho.

Pero allí estaba, en la playa, con cerca de dos semanas sin navegar y decidí montar y meterme un rato en el agua. Seguramente tendría que andar por la playa, pero las previsiones de los próximos días no eran buenas y si conseguía sacar unos largos, es lo más que iba a navegar en semanas.

Me dispuse a levantar la cometa, sin problemas. Una vez la cometa en el aire, empecé a navegar. No llegaba al sitio y me pegue algunas caminatas. Después de tres cuartos de hora el viento empezó a subir y deje de andar por la playa. Con esta condiciones estaría de 30m. a 45m. Cuando terminé, cerca de las 18:45, en la playa no había nadie, ni dentro, ni fuera del agua.

Esa era el momento más crítico del día, bajar la cometa, en varias ocasiones había ensayado la maniobra, con algún susto incluido. Primer intento, nada, segundo intento, tampoco, el tercero fue el definitivo y conseguí plantar la cometa sobre la arena.

Cualquiera, que conozca un poco este deporte, sabe que cometí una imprudencia al meterme solo a navegar, hay una norma, no escrita, que la mayoría de cometeros solemos respetar: "Siempre navegar acompañado". Pero hay veces que las normas no se cumplen. Supongo, bueno no, estoy seguro, que son muchos los que, en alguna ocasión, se han metido solo a navegar, cada uno sacará sus propias conclusiones. En mi caso, disfrute de la navegación, no lo puedo negar, pero se disfruta muchísimo más cuando se navega en compañía. Me gustaría decir que nunca jamas volveré a navegar solo, pero como dice el título de una película de James Bond, nunca digas nunca jamas.